Creo en la importancia de tener un norte, una dirección, un propósito. Ese tan ansiado lugar (ya sea físico, mental o espiritual) hacia donde queremos ir o “llegar”.
También creo en el concepto de "tener una visión", pero entiendo lo difícil que puede ser encontrarla.
Muchos de nosotros hemos sufrido, o aún sufrimos, porque esa chispa no se prende y el rumbo parece no estar claro.
Nuestro “propósito” parece estar tapado por muchas capas de negatividad, y a veces hasta actuamos como si nunca nos hubiésemos planteado la posibilidad de tener uno.
En cuanto a Landa (mi propia experiencia), nunca tuve muy claro hacia dónde me dirigía. Pero eso cambió hace un tiempo.
Luego de una linda búsqueda interna, entendí que, para mí, todo propósito de una persona se reduce, de alguna forma, en ayudar a los demás.
Y cómo ayuda una marca de ropa a los demás?
Landa es mi forma de expresar lo que soy y, a la vez, de desarrollarme como persona. Crezco a la par de mi emprendimiento, porque es una extensión de mí.
Y lo que me gustaría dejarle a los demás es una conclusión a la que llegué después de todo lo que fui aprendiendo:
El esfuerzo no es físico, es espiritual.
Es fácil decirlo, pero ¿entenderlo y aplicarlo? Yo estoy en esa etapa. Trabajo más espiritualmente en liberar mi Ser que en el Hacer.
Y sí, hay que entrar en esta, porque es algo que nadie nos enseñó y que tiene un poder incalculable.
Pienso que todo ya está en nosotros, pero está muy tapado por todas las experiencias que fuimos acumulando. Nuestro Ser, nuestra visión, nuestras acciones más profundas y mucho más están esperando a ser liberadas.
Yendo hacia adentro —por ejemplo, liberando energía, dejando de accionar con una expectativa específica, cambiando la percepción que tenemos sobre nosotros— es como podemos ir modificando lo interno y, por consecuencia, lo externo.
Así es como creo que esa visión puede tener su espacio y empezar a desarrollarse.
Es un camino de ida.
Espero que tengas un gran viaje.
Landa.